El último barco de Domingo Villar

UN NUEVO CASO PARA EL INSPECTOR LEO CALDAS.

La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Allí las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ría de Vigo. Una mañana de otoño, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presentó a una comida familiar el fin de semana ni acudió el lunes a impartir su clase de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios. Y aunque nada parezca haber alterado la casa ni la vida de Mónica Andrade, Leo Caldas pronto comprobará que, en la vida como en el mar, la más apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.




Una brillante novela como todas las anteriores de Domingo Villar. A pesar de más de sus 700 páginas no se hace pesada de leer. 

Cuenta con magníficos diálogos, el protagonista se consolida como uno de los grandes detectives de la novela policíaca española. No es un detective de acción pero sabe administrar la información que recibe en todo momento de manera muy inteligente. 

Y todo ello en el marco de una costa gallega maravillosa en la que pululan personajes de diverso tipo en esta ficción policíaca de gran calidad.

El disfrute con las descripciones de la población de Tirán y la localidad de Vigo, de las que las separa la ría, es auténtico.

La recomiendo vivamente, es entretenida, está bien escrita y remata con un gran final que para nada te esperas.


A mí me ha gustado mucho, tanto el contenido de la novela, su trama, como el entorno en el que está narrada. 


Así que no se hable más y a por este novelón que os va a gustar mucho.




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