1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.
1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.
Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas.
Me he quedado prendida de sus personajes, de su historia y de ese paraíso tan maravilloso y a la vez tan inhóspito que debió de ser Tahití en la época en la que está narrada la trama. Es una novela "redonda" llena de luces y sombras y que me ha cautivado hasta el final. Te lleva a viajar a los Mares del Sur a través de esta novela tan visual que la autora ha sabido describir tan bien. Sin perder de vista los entresijos de la fabricación de perlas cultivadas, que tan bien explica. Muy recomendable.
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