Manuel acuchilla a un policía antidisturbios que quería pegarle. Huye. Se esconde en una aldea abandonada. Sobrevive de libros Austral, vegetales de los alrededores, una pequeña compra en el Lidl que le envía su tío. Y se da cuenta de que cuanto menos tiene, menos necesita. Un thriller estático, una versión de Robinson Crusoe ambientada en la España vacía, una redefinición del concepto «austeridad».
Una historia que nos hace plantearnos si los únicos sanos son los que saben que esta sociedad está enferma. Santiago Lorenzo ha escrito su novela más rabiosamente política, lírica y hermosa.
Esta novela es una crítica a nuestra sociedad actual y con un claro trasfondo social. Es descacharrante y con un humor ácido y pienso que es lo que hace que el libro guste.
Toca temas como la vida rural, la desconexión con la vida laboral, familiar, amistades, la supervivencia del ermitaño en condiciones primitivas y en un lugar despoblado, pero todo ello con un lenguaje sencillo y resultón que consigue que sea divertida su lectura.
El libro es corto, la historia es amena y para pasar el rato es ideal. El mensaje que quiere mandarnos el autor es que nuestro modo de vida actual es absurdamente complicado y mantiene que la vuelta a la sencillez puede ser un reto a conseguir.
Es algo diferente, me ha gustado y me atrevo por tanto a recomendarlo.
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No me importaría leerlo si se cruza en mi camino, que no pinta mal.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te gustará, ya lo verás. Besos
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