Una historia conmovedora sobre una anciana que debe enfrentarse a su terrible pasado. Una secuela magistral de El niño con el pijama de rayas.
Cuando Bruno decidió acompañar a su amigo Shmuel a la cámara de gas, ¿qué ocurrió con su hermana, Gretel, y sus padres? ¿Sobrevivió su familia a la guerra y los estragos del nazismo?
Gretel Fernsby es ahora una anciana de 91 años que vive cómodamente en un apartamento en una de las zonas más acomodadas de Londres. Cuando una joven familia se muda al piso de abajo, Gretel no puede evitar entablar amistad con Henry, el hijo pequeño de la pareja. Una noche, tras ser testigo de una violenta discusión entre la madre de Henry y su dominante padre, Gretel se enfrenta a la oportunidad de expiar la culpa, el dolor y el remordimiento y hacer algo por salvar a un niño, por segunda vez en su vida. Pero para ello se verá obligada a revelar su verdadera identidad...
Todas las piezas rotas gira sobre la culpa, la complicidad y el duelo, un libro que se propone analizar hasta qué punto puede ser culpable una persona joven, dados los sucesos históricos que se desarrollaban a su alrededor, y si esa persona se puede desvincular de los crímenes cometidos por sus seres queridos.
Esta es la historia de Gretel que merece la pena ser leída. Desde el principio cuesta empatizar con Gretel ya que en "El niño con el pijama de rayas" era una pre-adolescente de 12 años y que en la Segunda Guerra Mundial estuvo al lado de los malos porque su padre era el director de un campo de exterminio. Ella era solo una cría que adoraba a su padre y pensaba que era un gran persona y por lo tanto no podía hacer nada malo.
La historia está narrada en dos tiempos: la actualidad y un período del pasado al principio de cada parte. De la mano de Gretel conocemos como fue su salida de Alemania y como se enfrentó a los años posteriores al final de la guerra acarreando remordimientos de los que pasó en todo momento y convirtiéndose en una víctima más. La pretensión del autor no es que simpaticemos con los que huyeron pero si que pensemos hasta que punto somos responsables de lo que ocurre a nuestro alrededor sin que hagamos algo para cambiarlo.
Los capítulos son cortos y va alternando el pasado con el presente. La historia está muy bien narrada y llevada y es destacable todo lo que Gretel vivió y que con 90 años todavía convive con los fantasmas del pasado que la acompañan desde niña.
El autor no "justifica" las reacciones de aquellos que huyeron para evitar un juicio y que nos parezcan razonables. Simplemente es la historia de una niña que le tocó el "bando de los malos" que sobrevivió a aquello y que tuvo que vivir con esa lacra persiguiéndola el resto de su vida y siempre mirando por encima del hombro por si pudieran aparecer situaciones o personas clamando justicia.
Muy buena novela, muy bien escrita y si te gustó El niño con el pijama de rayas, la lectura de esta novela es imprescindible. Muy pero que muy recomendable.
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El niño con el pijama de rayas la leí hace años y recuerdo que me gustó. Y por lo que cuentas, creo que disfrutaría mucho con esta lectura, así que tomo muy buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es una gran novela, no te la pierdas porque te va a gustar igual que el niño con el pijama de rayas. Besos
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