Acaso sea el azar el que nos arrebata aquello que más amamos, pero puede que todo lo que nos ocurre no sea sino el resultado de nuestros propios actos. Estas son las preguntas que atormentan a Eduardo, un pintor para quien nada tiene sentido tras la muerte de su mujer y su hija en un accidente de coche. Una famosa violoncelista, Gloria Tagger, le dará una razón para seguir viviendo al contratarlo para pintar un cuadro: el retrato de Arthur, el autor de la muerte de su hijo. Aceptar ese reto desencadena una cascada de sentimientos que durante muchos años han permanecido ocultos. Con una trama perfectamente urdida y una intensidad descarnada, el dolor y la culpa desbordan los límites de sus protagonistas, con una precisión y una psicología digna del autor.
La historia es impactante y sobrecogedora. Enseguida capta la atención del lector. Novela negra 100%, con descripciones del los personajes profundas, y magistralmente resueltas con una gran hondura psicológica. Escritura maravillosa, trama magnífica, es un relato que debe ser abordado como un puzzle de miles de piezas, donde poco a poco, con paciencia y degustándolo se va completando hasta quedar un cuadro perfecto donde todo encaja, nada sobra, dejando una imagen perfecta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario