El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años. Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?
Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.
Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.
Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista.
Un novelón contundente, tanto por el contenido de sus 680 páginas como por lo que se relata en ellas. Una epopeya fabulosa sobre la construcción del castillo de Loarre y todo lo que tuvieron que batallar para poder dar fin a semejante edificación.
Es una novela bien documentada, muy trabajada y con unos personajes verosímiles que nos transportan a la España convulsa en las puertas de la Reconquista y lo que tuvieron que luchar para defender el asedio al castillo.
Se destacan magníficamente las mentes ingenieras privilegiadas de la época para poder llevar a cabo esa maravilla que seguimos disfrutando hoy en día. Al ser una novela histórica, la narración no es para nada aburrida, ya que el autor, muy sabiamente, no ha caído en el exceso de información que sin duda, existe sobre los hechos.
A través de la existencia de Fortún - primero como aprendiz y después como maestro de obras - el lector acompaña al protagonista en la ingente tarea de realizar la ambición de su vida: la construcción de una fortaleza inexpugnable y que perdure en los años venideros.
Me ha gustado mucho y la recomiendo, sobre todo para amantes de la novela histórica.
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