Susan Ryeland, insatisfecha con su nueva vida en Creta, echa de menos Londres. Un día, recibe la visita de Lawrence y Pauline Treherne, propietarios de Branlow Hall, un lujoso hotel en Inglaterra. El matrimonio pide ayuda a Susan para encontrar a su hija. Cecily desapareció poco después de asegurar a sus padres que el hombre que cumple condena por un crimen cometido en su establecimiento es inocente.El día de la boda de Cecily, hace ocho años, Frank Parris, huésped del hotel, fue brutalmente asesinado a golpes en su habitación. Uno de los miembros del personal, Stefan Codrescu, fue declarado culpable y cumple condena en la cárcel. Sin embargo, después de leer la novela del difunto escritor Alan Conway, inspirada en el asesinato de Parris, Cecily se declaró convencida de la inocencia de Codrescu.
De vuelta en Inglaterra, Susan se instala en Branlow Hall, donde es recibida con hostilidad, evasivas e intentos de manipulación. Un asesino anda suelto.
Segunda entrega de la serie protagonizada por Susan Ryeland, la editora que tuvimos ocasión de conocer en "Un asesinato brillante". En esta ocasión Susan es requerida por un matrimonio para que les ayude a dar con el paradero desconocido de su hija Cecily. Cecily desapareció tras hacer una llamada a sus padres para comunicarles que sabia quien era el asesino que hace 8 años atrás había matado al cliente de la habitación número 12 del hotel que ellos regentan y que la persona encarcelada por este delito es inocente.
Según sus padres ella descubrió esto tras leer una de las novelas del autor Alan Conway y por tanto creen que Susan, que fue la editora del Sr. Conway y que conoce toda su obra, puede ayudarles a resolver la desaparición de su hija.
Nos volvemos a encontrar con la misma estructura de la primer libro: una novela dentro de otra. Una manera muy original donde la literatura y el misterio se unen para desentrañar un caso.
Conocemos de primera mano todos los secretos y problemas familiares de los personajes que son claves en la novela. El autor vuelve a dejar patente que es un gran fan de las novelas de Agatha Christie porque elabora una trama al mas puro estilo de la gran dama del crimen con un final que para nada es previsible. En mi opinión es una fórmula que siempre funciona y nunca pasa de moda.
Dentro de la trama nos encontramos que Cecily ha leído la dichosa novela y le ha permitido descubrir quien ha sido el asesino, por lo que el lector también tiene la oportunidad de jugar a Sherlock Holmes e intentar resolver el caso.
Un buen final y un gran desafío para los lectores aficionados al género de investigaciones detectivescas.
Novela imprescindible para los amantes de las novelas de intriga y misterio, entretenida y escrita de una manera peculiar como la anterior. Muy recomendable.
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