Un día de junio de 2019 en Londres, a la orilla del río Támesis, aparece una bolsa llena de huesos; son los restos de una mujer que murió años atrás asesinada de un golpe en la cabeza.
En la bolsa se hallan también las semillas de un árbol poco común que llevan al inspector de policía Samuel Owusu, responsable del caso, a una mansión en Chelsea. Mansión en la que, treinta años antes, fueron hallados tres muertos y un bebé abandonado.
Solo revisitar el pasado conseguirá recomponer las piezas de este rompecabezas familiar y sacar a la luz secretos que quedaron enterrados mucho tiempo atrás.
Esta novela es la segunda parte de Dentro en casa, de la misma autora. Nos vamos a encontrar con los mismos personajes y continúa la historia donde termina la anterior. Sería aconsejable leer la primera entrega aunque sean historias distintas.
No es una lectura para tirar cohetes pero entretiene. Por lo menos es conclusiva, no como la otra.
Hay un asesinato pero no tiene ninguna relevancia con la historia, quizá al final pero aún así ese hecho es prescindible para el desarrollo de la trama.
Se trata mas bien de la historia de los hermanos, una historia de acoso y dependencia.
Hay algunos personajes que sobran y son planos, creo que están ahí para rellenar páginas y poco más que añadir.
Me esperaba otra cosa y le he dado una oportunidad porque Dentro de casa me gustó. La verdad es que esta no me parece mejor ni mucho menos. Lo dicho, para pasar el rato y punto. Es regular.
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PUes la dejo pasar, que también viene bien con tanto pendiente.
ResponderEliminarBesotes!!!
OK haces bien. Besos
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