Comienza la Semana Santa en Morón de la Frontera (Sevilla). Lucía Gutiérrez, sargento de la Guardia Civil, tiene una reunión de emergencia con la alcaldesa del pueblo, debido a varios incidentes que relacionan a jóvenes costaleros con el consumo de drogas.
A poco de montar un operativo de vigilancia, se descubre un caso de suicidio: Antonio Jiménez, conductor del autobús escolar de Morón, ha aparecido muerto en su vivienda, tras abrirse las tripas a la manera del harakiri japonés.
Y al día siguiente, unos padres denuncian la desaparición de su hijo Álex, de siete años. No va a ser una Semana Santa cualquiera y, aunque no lo parezca, hay una siniestra relación entre todos estos acontecimientos.
Esta novela es un thiller complejo y con varios hilos pero al final todo acaba encajando perfectamente quedando un final cerrado.
Es de esas historias que van creciendo según lees, a la vez que va avanzando la trama el ritmo de la novela va "in crescendo".
La protagonista principal, una guardia civil llamada Lucía da mucho juego a la trama. Es un persona con un pasado bastante duro y con un carácter peculiar. Es una mujer valiente y fuerte.
Hay muchos giros en la historia, el autor nos empieza a llevar por un camino para luego darle una vuelta de tuerca sorprendente, pero está todo muy bien hilado.
El suspense está latente en toda la novela hasta un final muy bien rematado.
Hay que destacar que toca temas bastante actuales y todo se desarrolla en los siete días que dura la Semana Santa. Describe momentos y tradiciones de toda la conmemoración cristiana de la pasión de Cristo.
Pues no pinta nada mal, pero tengo tanto de este género pendiente que no sé si voy a poder colarla o no.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te entiendo, hay que priorizar. Besos
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