Julia está resfriada, encerrada en su casa nueva y vacía, rodeada de guisos caseros, jarabes para la tos y arrebujada en la manta del sofá. No, esto no es cierto. Julia no está enferma, está cansada. Está triste y lo que menos le apetece es aguantar las visitas de su madre y su hermana, que no dejan de recordarla que el mundo sigue girando, a pesar de las decepciones, a pesar del desamor y de esa ausencia que está dejando su corazón hueco. ¿En qué momento las mariposas del estómago se convirtieron en termitas que devoran toda esperanza de levantar cabeza? "Es curioso cómo se va dando la vida. Ayer mismo estaba sola y triste, muy triste, y enferma. Hoy me siento un poco menos triste y de sola nada de nada. Estoy a salvo y estoy bien. Las tres mujeres que más amo en el mundo duermen bajo el mismo techo y esta casa vuelve a respirar, a pesar de la maldita Navidad y su ambiente cargante de villancicos y lucecitas. Ha regresado la luz y en el jardín la nieve se ha derretido. Pase lo que pase, duela lo que duela, ahora estoy preparada para contarte nuestra historia, mi amor". "Un libro para leer despacito. Un narrador que te susurra al oído. Un pequeño mundo lleno de encantadores detalles. Una hermosa historia de amor, o de amores. Pero nunca sabes qué se esconde bajo la nieve, o en el interior de las personas y esos secretos son los que hacen de esta novela un libro mágico".Una historia intimista contada en primera persona y que hasta la mitad mas o menos del libro no te das cuentas a quien va dirigida. Yo pensaba que el autor era una mujer por como reflejaba y transmitía los sentimientos, los anhelos, pero te das cuenta que la sensibilidad no es privativa de las mujeres. Una novela muy bien contada, una reflexión sobre las limitaciones, que a pesar de los golpes que nos da la vida y las pruebas que nos impone, podemos continuar amando por encima de todos estos obstáculos.
Un relato diferente, para leer con tranquilidad y sosiego.
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