El problema final de Arturo Pérez-Reverte

Un crimen imposible. Un detective insospechado.

No se trata de un desafío entre el asesino y el detective, sino de un duelo de inteligencia entre el autor y el lector.

Junio de 1960. Un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. 

Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. 

Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. 

Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada. 

En una isla de la que nadie puede salir y a la que nadie puede llegar, inevitablemente todos se acabarán convirtiendo en sospechosos en una fascinante novela-problema donde la literatura policial se mezcla de modo asombroso con la vida.

Una novela que va a entusiasmar tanto a los fans de Reverte como a los de Conan Doyle y los amantes del cine clásico.

Es una novela policíaca clásica de detective, misterios y enigmas con la que ya triunfaron años atrás escritores como Agatha Christie y Conan Doyle (al que le hace un gran homenaje aquí) y otros escritores. Novelas en las que el planteamiento de la trama convierte al lector en el investigador principal y le invita a poner en funcionamiento la materia gris en busca de posibles culpables y posibles hipótesis.

La trama transcurre en una isla griega donde hay un hotel en el que se alojan unos huéspedes con una historia detrás de cada uno, cuando una tempestad en el mar hace que se queden aislados durante unos días. Aparece un cadáver de uno de los invitados y entre ellos se encuentra un viejo actor de Hollywood famoso por dar vida a Sherlock Holmes en la gran pantalla, al que le proponen investigar quien ha podido ser el asesino, hasta que la policía pueda acudir a la isla.

Una novela que es un tributo a la novela de aventuras, al género negro, al cine y que encierra todos los ingredientes que esperamos para disfrutar de una novela clásica como las de antaño.

Muy entretenida, muy bien escrita y que resulta elegante en comparación con la novela negra de los últimos años que siempre nos encontramos con detectives trastornados y excéntricos y con ese toque "gore" que parece que si no existe no puede haber novela.

Un auténtico lujo de novela que no hay que dejar escapar. Me ha gustado mucho y la recomiendo.

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