Seis Cuatro de Hideo Yokoyama

En enero de 1989, una niña de siete años fue raptada al norte de Tokio. Los padres nunca llegaron a saber la identidad del secuestrador. Tampoco volvieron a ver a su hija. Nombre en clave del caso: Seis Cuatro.

Más de una década después, el jefe de prensa de la policía se ve obligado a volver sobre el suceso, cuyo estigma no se ha diluido en el tiempo: el fracaso de la investigación sigue siendo motivo de escándalo. Pero el veterano Mikami no aspira ya a resolver el crimen, solo pretende tender una mano a la familia de la víctima y contribuir de algún modo a limpiar la reputación del cuerpo. Sin embargo, tras detectar una irregularidad en el expediente, Mikami acabará desvelando el móvil de un delito que encierra secretos inimaginables.

Una novela aburrida, un tostón y muy, pero que muy pesada de leer. Reconozco que por amor propio decidí terminarla para intentar descubrir si al final se solucionaba o no el caso Seis Cuatro y menos mal que en las últimas 100 páginas aproximadamente se desvela el entuerto porque si no hubiera desistido en la página 20.

Esto en el mundo occidental, desde luego, no es una novela negra. Se centra mucho en la relación de los medios de comunicación con la policía de Japón y los enfrentamientos entre los jerifaltes de los diferentes departamentos de la comisaria encargada de llevar el caso del secuestro. Lo que son capaces de hacer los japoneses por ganarse la simpatía de la alta jerarquía en Tokyo no tiene desperdicio, pero para relatarlo en una novela calificada como negra, pues sinceramente todo eso sobra.

Esta es mi opinión personal pero de verdad que hacía mucho tiempo que no se me cerraban los ojos al leer y se me abría la boca de aburrimiento. Todas las críticas que he leído y el premio que le han dado me han engañado y bastante. La venden muy bien pero a mi no me ha gustado nada de nada. Para mi gusto: PRESCINDIBLE

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